Gestión del cambio

Hemos llegado a un punto en nuestra historia evolutiva en la que toca prestar atención a la libertad que tenemos de “elegir” conscientemente. El cambio es tan constante y vertiginoso y diariamente es tánta la información que nos llega, hay tánta oferta para de TODO, que es absolutamente imprescindible aprender a discernir y escoger aquello que más nos conviene. Esto, si se hace en consonancia – o coherencia – con nuestro interior, sin duda nos aportará crecimiento, bienestar y felicidad.
Pero elegir es algo que generalmente no hemos aprendido a hacer de forma estructurada y consciente con metas y objetivos en mente.
Tampoco existen completos “manuales” para cómo y qué elegir puesto que cada uno es único y específico. Cada uno tiene su propio cóctel de talentos, virtudes, valores y como no… lecciones y características mejorables J y eso es justamente lo que hace tan apasionante el mundo de las emociones que juega un papel principal en las decisiones que tomamos y elecciones que hacemos. Seamos conscientes o no.

Decía Darwin: “No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que responde mejor al cambio” y hoy día el cambio se produce a velocidades vertiginosas. En esto juegan un gran papel las nuevas tecnologías que, como individuos, por un lado nos acercan y por otro nos alejan; por un lado nos permiten ser más efectivos y eficientes, por otro dificultan nuestra interacción y los beneficios que aporta la energía de estar cerca. Si nos pasamos, éstas herramientas tecnológicas nos hacen adictos…  Como en todo, jugamos con la cara y la cruz, la luz y la sombra…

Hoy, más que nunca, el qué y cómo experimentamos nuestras vidas depende de nosotros mismos, de cómo gestionamos la información; tanto la que nos viene de fuera como la que nos aporta nuestro interior a través de la mente y del corazón. De cómo gestionamos los miedos, la incertidumbre, el cambio y en definitiva las emociones, los sentimientos y pensamientos, de ello depende nuestra felicidad y destino.

Aumentar nuestro grado de felicidad y satisfacción con nosotros mismos y nuestro entorno laboral, social y personal, a través de un cambio de paradigma que nos empodera en la definición y realización de nuestros proyectos.

 

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